miércoles, 1 de agosto de 2007

Los 237 motivos para tener sexo.



Ya en la antigüedad los eruditos comenzaron a contar las formas en que los humanos tienen relaciones sexuales, pero no fueron tan diligentes en catalogar las razones por las que se quieren adoptar todas esas posiciones. Darwin y sus sucesores ofrecieron unas pocas explicaciones sobre las estrategias de apareamiento –para obtener mejores genes o para ganar estatus y recursos–, pero se negaron a elaborar un Kama Sutra de las motivaciones sexuales.
Quizás usted no lamente esa omisión. Quizás usted piense que las motivaciones para tener sexo son demasiado obvias. Pero ahora, gracias a psicólogos de la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, al menos podemos enumerar las razones.
Después de preguntarles a casi 2000 personas por qué habían tenido relaciones sexuales, los investigadores han reu-nido y organizado en categorías un total de 237 motivos, que van desde “quería estar más cerca de Dios” hasta “estaba borracho". Incluso encontraron algunas personas que alegaron haber estado motivadas por el deseo de tener un hijo...
Los investigadores Cindy M. Meston y David M. Buss creen que su lista, publicada en la edición de este mes de la revista Archives of Sexual Behavior , es la más minuciosa taxonomía de las motivaciones sexuales jamás compilada, algo que resulta completamente plausible.
¿Quién hubiese pensado, por ejemplo, que un dolor de cabeza puede tener un significado erótico y no ser una excusa para decir "no"? Algunas de las personas encuestadas (pertenecientes a ambos sexos) dijeron haber tenido sexo "para deshacerse de un dolor de cabeza". Esa es la razón número 173 de la lista.
Otros dijeron que lo habían hecho por los siguientes motivos: "para que me ayude a conciliar el sueño", "lograr que mi pareja se sienta poderosa", "quemar calorías", "no tener frío", "herir a un enemigo" o "cambiar el tema de conversación". La más insustancial quizás haya sido: "parece ser un buen ejercicio", aunque también está "alguien me desafió a hacerlo".

Una riqueza sorprendente

El doctor Buss ha estudiado las estrategias de apareamiento en todo el mundo -es el autor de La evolución del deseo , entro otros libros-, pero incluso él no esperaba encontrar razones tan variadas o maquiavélicas para tener sexo. "Quedé realmente asombrado -aseguró- por la riqueza de la psicología sexual."
Los investigadores obtuvieron la información pidiéndoles primero a más de 400 personas que enumeraran cuáles eran las razones por las que habían tenido sexo, y luego solicitándoles a otras 1500 personas que indicaran qué tan importante eran para ellos esas razones.
Aunque se trataba de una muestra bastante homogénea de estudiantes de la Universidad de Texas, casi todas las 237 razones fueron mencionadas al menos por algunos de ellos como su principal motivación para tener relaciones sexuales.
La mejor noticia es que tanto hombres como mujeres mencionaron con mayor frecuencia una misma razón: "Me sentía atraído por esa persona".
Las restantes 10 razones más citadas fueron en gran medida las mismas para ambos sexos, e incluían: "quería expresar mi amor por la otra persona", "estaba excitado/a y quería obtener satisfacción" y "es divertido".
Las mujeres dijeron con más frecuencia que habían tenido sexo por motivos como: "Quería expresar mi amor por la otra persona" o "Estaba enamorada".

Esto concuerda con la sabiduría popular que supone que las mujeres dan más importancia a los aspectos emocionales del sexo, aunque también quizá refleje la reticencia de las mujeres entrevistadas para admitir motivos menos nobles.
Los resultados del estudio también contradicen otro estereotipo femenino: la supuesta tendencia de las mujeres a utilizar el sexo a cambio de estatus o recursos.
"Nuestros hallazgos sugieren que los hombres hacen eso más que las mujeres", dijo el doctor Buss, aludiendo a los entrevistados que dijeron haber tenido sexo para conseguir cosas, como un ascenso, un aumento o algún tipo de favor. Los varones fueron mucho más propensos a decir que habían tenido sexo para elevar su "estatus social" o porque "la otra persona era famosa" o estaba fuera de su nivel .
"Aunque sabía que las relaciones sexuales tienen consecuencias en la reputación, me sorprendió que las personas, en su mayoría varones, pudieran sentirse motivadas a tener sexo solamente para obtener una mejora de su estatus social o de su reputación", dijo el doctor Buss.
Pero, por otro lado, los varones también dijeron ser más propensos que las mujeres a tener sexo porque "era lo que tenían que hacer". O simplemente porque "se presentó la oportunidad" o porque la persona les había pedido que lo hicieran.
De ser así, los resultados parecen ofrecer una fuerte confirmación de la hipótesis que se encuentra detrás de un viejo chiste: ¿cómo puede una mujer lograr que un hombre se quite la ropa? Pidiéndoselo.

Una nueva taxonomía

Para extraer algo de sentido de las 237 razones, los doctores Buss y Meston crearon una taxonomía con cuatro categorías generales:
Física: "La persona tenía lindos ojos" o "besaba bien" o "era demasiado atractiva físicamente como para resistirse". O "quería lograr un orgasmo".
Logro de metas: "Quería vengarme de una pareja que me engañaba" o "quería disolver la relación de un rival" o "ganar dinero" o "ser popular". O "por una apuesta".
Emocional: "Quería comunicarme en un nivel más profundo" o "mejorar el ánimo de mi pareja" o "mostrar agradecimiento". O simplemente porque "la persona era inteligente".
Inseguridad: "Sentí que era mi deber" o "quería levantar mi autoestima" o "era la única forma de que mi pareja pasara el tiempo conmigo".
Tener sexo por obligación, dijo el doctor Buss, resultó en otro estudio ser especialmente frecuente entre las mujeres de edad. Pero ambos sexos parecen practicar una estrategia que él llama "cuidado de la pareja", que se ilustra con una de las razones dadas por uno de los entrevistados: "Tenía miedo de que mi pareja tuviera un affaire si no lo hacía".
Ese temor parece especialmente razonable después de leer el estudio del doctor Buss y darse cuenta de cuán numerosos son los motivos de infidelidad. "Algunos críticos quizá se quejen de que la lista presenta algunas repeticiones -incluye "tenía curiosidad sobre el sexo" al igual que "quería saber de qué se trataba todo esto"-, pero me preocupan más las razones que resta enumerar."
Por ejemplo, entre las 237 razones que integran la lista no es posible encontrar aquella que se le atribuye a la actriz Joan Crawford: "Necesito sexo para tener bien la piel" (la más cercana en el estudio fue "pensé que me haría sentir más saludable").
Incluso desde un superficial estudio de la literatura o del moderno mercado masivo sobre fantasías sexuales, queda claro que esta nueva taxonomía quizá no sea mucho más completa que la tabla periódica de los elementos original.
Cuando le mencioné al doctor Buss el motivo de Joan Crawford, me prometió considerarla como posible candidato para la razón número 238.
Fuente John Tierney

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