domingo, 22 de abril de 2007

Yogur contra infecciones



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Que el yogur ayuda a fortalecer el sistema inmunológico se tiene por un hecho. Pero, ¿es el yogur probiótico mejor que el yogur normal?

Científicos en Viena se propusieron responder a ello usaron de “conejillos de indias” a 33 mujeres jóvenes. Durante dos semanas, las mujeres comieron diariamente 100 gramos de yogur.

Luego aumentaron la dosis durante otras dos semanas a 200 gramos. De las participantes, 17 recibieron un producto probiótico y 16, un producto normal.

Para la obtención del yogur, a la leche previamente pasteurizada y homogeneizada se le añaden tradicionalmente bacterias o microorganismos, en la mayoría de los casos Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus.

Desde hace algunos años, se ofrecen también productos “probióticos”, que, según la publicidad, causan efectos casi que "maravillosos". Para elaborarlos se les agrega a la leche otros microorganismos: Lactobacillus casei imunitass, Lactobacillus acidophilus 1, lactobacillus casei shirota y Bifidobacterium bifidus.

Para determinar el status inmunológico, los científicos analizaron diversa sustancias mensajeras del sistema inmunológico y midieron la actividad de las células de defensa.

Según los científicos, no queda duda que el consumo de yogur fomenta la salud: la actividad natural de las células de defensa del organismo se multiplicó por dos.

También las sustancias mensajeras indicaron una activación del sistema inmunológico. Los efectos fueron observados relativamente temprano, ya en la fase de los 100 gramos.

Diferencias entre los productos probióticos y convencionales, sin embargo, no pudieron ser constatados. Sólo como tendencia pudo registrarse que el yogur probiótico tiene un efecto algo más duradero.

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