lunes, 16 de julio de 2007

Castores Voraces



Los paisajes cordilleranos australes de Sudamérica son sinónimo de bosques, montañas, turbales, humedales, ríos y fiordos. Estos paisajes son relativamente jóvenes, debido a su origen posterior a la última glaciación.
En este escenario de tierras montañosas, bosques y ríos el castor americano (Castor canadensis) encontró condiciones de hábitat muy favorables para su establecimiento en Tierra del Fuego, como abundancia de alimentos y falta de depredadores.
Este roedor, originario de Norteamérica fue introducido en 1946, en el sector argentino de la Isla Grande, expandiéndose a partir de un pequeño núcleo de 25 parejas. Hoy, la población estimada de castores en Tierra del Fuego es de 160 mil individuos.
Así fue como esta especie se propagó con notable éxito gracias a su característica de ingeniero de ecosistemas, constituyéndose en la especie exótica de mayor presencia e impacto. Esto sumado a la falta de acciones en su contra durante más de 40 años, que permitió su expansión en Tierra del Fuego y en el sur del continente Sudamericano.
Distintos entes de Chile y Argentina vienen desarrollando un trabajo conjunto para articular políticas de contención de este flagelo. Especialistas del Servicio Agrícola Ganadero de Chile (SAG), el SENASA, EL Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), Recursos Naturales de la provincia, el Departamento de áreas Protegidas Naturales y Parques Nacionales intentan esbozar estrategias para contener el desarrollo del castor en la zona austral.
Específicamente, los científicos del CADIC estudian desde 1989 el impacto de los castores sobre el ecosistema. El objetivo es elaborar estrategias para controlar esta especie y recuperar los ambientes alterados.
Uno de los investigadores que integran el grupo de estudio, Julio Escobar explicó que “las ventajas que tiene el castor dentro de Tierra del Fuego, es que no tiene ningún depredador. Entonces, eso lo ha desinhibido permitiéndole ampliar su área de distribución”.

Evidencia a la vista

La evidencia de la actividad, es la presencia de la mordida sobre corteza de los árboles, actividad que realiza durante el otoño para afilar los dientes, para desgastarlo, también la presencia de canales, de entrada y salida del embalse, esto genera erosión que se traduce después en pérdida de suelos y erosión por lluvia o viento.
Donde el castor se instala, la vegetación ribereña se transforma en un pastizal. Los árboles más afectados son los ñires y las lengas, típicos de los bosques fueguinos, que tienen un crecimiento muy lento y el exceso de humedad los perjudica.
Otra de las investigadoras del CADIC, Andrea Coronato, detalló que en los ríos que están ocupados por castores, en la zona central de la provincia -en donde el bosque no es ribereño- han medido distancias de hasta 400 metros de movimientos de los individuos para adquirir la madera, para armar el dique, para construir las madrigueras, o bien para comer las hojas.

Plan de manejo

Desde el gobierno provincial se puso en marcha un programa que incentiva la caza del castor. Los cazadores reciben un pago por cada cola de castor, y esas piezas tienen como destino la industria peletera.

“La gran problemática de hoy en día no solamente es el número poblacional, sino cómo siguen avanzando sobre nuevas áreas de colonización. De hecho, hoy en día ya han cruzado el continente y están al sur de Punta Arenas, más allá que Chile está haciendo un gran esfuerzo para poder erradicar esa población que ha cruzado al continente”, especificó Julio Escobar.
Por su parte, el director del CADIC, Adrián Schiavini, quien coordina al grupo de científicos que estudia los castores, explicó que en la actualidad “los castores que están ocupando la estepa magallánica, al norte de Tierra del Fuego, se desplazan a lo largo del continente para buscar agua y alimento, ya que allí no disponen de ellos”.
“De esta manera puede llegar por lo menos a Neuquén o a la novena región de Chile. Por eso se está pensando realmente en que la única solución es intentar su erradicación, para lo cuál tanto Argentina como Chile se han comprometido a trabajar en conjunto”, concluyó..
Fuente. Científicos Industria Argentina

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