domingo, 17 de junio de 2007

Un avión con pasajeros volará fuera de la órbita terrestre.




Un viaje al espacio es un viaje a la falta de gravedad. ¿Pero quién construirá la primera nave en la que se pueda viajar cómodamente sin tener que ser disparado por potentes pero peligrosos cohetes? Por lo pronto, los hoteles en los que los turistas del futuro se alojarán en el espacio serían edificios inflables.
En Europa el futuro espacial se está viviendo ya. Los planes están mucho más adelantados de lo que la mayoría se imaginaba.
Atrium, una filial de la Agencia Europea Espacial (EADS), tendrá listo pronto el primer avión capaz de sobrepasar la estratosfera para incrustarse en el espacio sideral.
La nave que tendrá el tamaño de un avión ejecutivo, estará dotaba de ventanas panorámicas en todos los lados de la cabina y asideros para los viajeros que experimentarán la falta de gravedad en el interior. Desde allí se podrán entonces observar todas las maravillas visibles del planeta azul desde el espacio.
Pero no sólo los europeos trabajan febrilmente por construir aviones espaciales. Los chinos y los indios desarrollan diferentes cohetes de alcance interplanetario. Los rusos, por su parte, planean construir una nueva cápsula Soyus para viajar a la Luna, mientras el estadounidense Robert Bigelow quiere posicionar hasta 2012 varias estaciones en la órbita terrestre. Hoteles inflables ya han sido probados exitosamente.
Astrium se lanzará al sector del turismo espacial con vuelos “suborbitales”. Estos son viajes cortos a una altura de unos 100 kilómetros sobre la faz de la Tierra. Esta es la zona entre las rutas interoceánicas de aviones convencionales de pasajeros y las estaciones satelitales que circundan la Tierra.
Entre los pioneros del turismo sideral se cuenta el multimillonario británico Richard Branson que ya en 2008 pretende viajar a bordo del “SpaceShipTwo” con capacidad para ocho pasajeros y que abandonarán de la órbita terrestre por la módica suma de 200.000 dólares por boleto de ida y regreso.
El prototipo de la nave presentada por Branson hace tres años fue el primer avión que rompió la barrera de la gravedad dos veces en una semana, sin pasajeros. Si la técnica funciona, el éxito de la empresa parece estar garantizado, pues Branson ya tiene 4.000 reservaciones.
Así que mientras unos sueñan con montar a caballo, hay suficiente gente que añora con abordar un avión que la saque literalmente de la Tierra.
Astrium es por ello optimista. Se calcula que a partir de 2020 habrá unos 15.000 pasajeros y pretenden atender a, por lo menos, una cuarta parte de ellos.
Para esa época, la flota europea contaría con 20 aviones cohete que serán impulsados con una combinación de oxígeno y metano.
El avión cohete despega desde un aeropuerto normal y a una altura de 12.000 metros prende los motores adicionales que lo disparan como una bala a una velocidad de Mach3 en 80 segundos hasta 60 y 100 kilómetros. La medida “Match” quiere decir que el vuelo superará tres veces la velocidad del sonido en un minuto y 20 segundos.
Otras de las ventajas del proyecto europeo es que los pasajeros no necesitarán un vestuario sofisticado, además de que los mismos aviones se utilizarán para emprender las primeras rutas cósmicas de aviones que llevarán a hombres de negocios de un lugar a otro del planeta en pocas horas o minutos.

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1 comentario:

Khabiria dijo...

Yo solo espero no tener que esperar al 2020!!! jejeje Por ahora iniciaré una campaña para lograr patrocinantes que me ayuden a reunir 200.000 dólares ... en cuanto lo logre serás el primero en saberlo!
jajajaja
Un abrazo inmenso!!!
;)